El pasado viernes 31 de octubre en el instituto Sáenz de Buruaga se realizó una actividad que trató de unificar dos costumbres cuyas raíces es muy probable que sean las mismas y que usan distintos argumentos para su celebración: la preparación de castañas asadas y el uso de disfraces diabólicos.
Los profesores se organizaron para realizar una GRAN CALBOTÁ, cuyas castañas asadas fueron repartidas por todo el instituto. Otro grupo se disfrazó y trató de desmitificar lo maléfico de sus disfraces.
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Disfraces en el hall del instituto y castañas asadas en un rincón del patio
Al final del recreo se leyó un manifiesto que pretendía argumentar toda la escenografía creada
Alumnos muy atentos durante la lectura del manifiesto
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