Desconozco cómo se llama al acto de entrega de un cuaderno de viaje una vez que se ha finalizado la ruta, a quién se le entrega, ni siquiera sé que se hace con él. Lo cierto, es que yo aún lo tengo en mi posesión y quiero compartirlo con vosotros. Lo haré de una forma un tanto resumida, por lo azaroso de la vida que llevamos, pero no quiero que se siembre en vuestra mente la duda de que en ningún momento olvidamos compartir de este modo las vivencias de nuestra aventura en Isla Reunión; todo fue agendado, pero no publicado.
Permitidme que os siga contando:
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Día 4: Una mañana en
el instituto y una tarde para conocer LAZARET CHALOUPE
Comenzar tan temprano provoca que la hora de la comida sea pronto, de modo que aproximadamente a las 13:30 ya estábamos comiendo. El comedor era muy amplio y la comida muy variada, como se muestra en las imágenes profesores y alumnos compartían mesas.
Algo muy significativo era que muchos de esos alumnos solo pagan 1 € por el menú diario, se nos dijo que es una firme apuesta de la administración para controlar los hábitos alimenticios saludables.
Se trata de un
monumento histórico, situado cerca de la Saint-Denis. Fue un lugar de
confinamiento para prevenir la propagación de enfermedades contagiosas y así
proteger a la población local de las epidemias, este control se realizaba
dentro de los barcos que recalaban en la isla (emitiéndose un certificado
sanitario de la embarcación) y también con una cuarentena de barcos y pasajeros
sospechosos (en mar y tierra).
En los siglos
XVIII Y XIX, la peste, la viruela y el cólera afectaban a los viajeros, incluso
la malaria; se trató de vacunar, aislar y brindar atención a los enfermos. Por
ello, todos los implicados se aislaban en el Lazaret, por proceder de regiones
donde abundaban dichas enfermedades (así fue hasta 1934). En concreto, en 1859 y
debido al acuerdo de prohibición del reclutamiento de africanos; se hizo
necesario la búsqueda de otras rutas para recabar trabajadores: chinos,
africanos, malgaches, etc; pero la mayoría eran indios, principalmente de la
región de Madrás (sureste). Todos los reclutados firmaban un documento de
compromiso
· Día 5: “La visita al Museo MAdoi & Domaine de Maison Rouge y tarde de playa con una entrevista muy especial”
Desde por la mañana, nos montamos en el autobús para viajar desde Saint-Denis hasta la zona oeste, concretamente cerca de Saint-Paul. En la actividad matutina se nos contó de los orígenes de la planta del café en la Isla y de la importancia que tuvo en el desarrollo industrial y de cuál era el proceso por el que se lograba el tan preciado producto. Visitamos los restos de lo que fue una plantación de café y también de cómo se hacía el secado hasta lograr el grano. Además el museo cuenta con un centro de interpretación de la importancia de las rutas marítimas y de los múltiples productos que fueron llegando a la isla para comercializarse con el café.
Lamentablemente las plantaciones de café, bien por epidemias, o por la aparición de otras con mayores rendimientos ya en nuestros días están desaparecidas; pero gracias al museo pudimos ver su importancia para la isla
Imágenes de la zona de plantación de café y del museo que es ahora
La tarde, fue para la playa; no a muchos kilómetros nos encontramos con la única playa de arena blanca (puesto que la isla al ser de origen volcánico cuenta con arenas negras), debido a la existencia de una barrera natural de corales, cuya erosión provoca esta tonalidad en la arena. Aguas cristalinas y cálidas, con muchos peces de colores, donde pudimos disfrutar de un momento maravilloso de relax. Sobre las 4:30 recibimos la visita de Miss Isla Reunión 2013, una chica muy guapa, simpática y sobretodo maravillosamente humilde que nos dejó un agradable sabor de boca
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· Día 6 (viernes): “Ensayando nuestra despedida y aprendiendo bailes Tradicionales”
Alumnos participando en el Kahoot y también en el taller de baile
Por la tarde y en el salón de actos era el momento del acto de despedida, donde se entregaron las acreditaciones de haber participado en esta actividad Erasmus (cada alumno la recibía de manos de sus correspondientes), se expresaron los agradecimientos y finalmente se representó en grupo la coreografía que se había trabajado por la mañana. Finalizado esto, las familias de nuestros correspondidos nos agasajaron con una merienda a base de productos y platos típicos reunionís.
- Día 7 (sábado): “Las maletas, la despedida, el avión y el vuelo: ¡ya en Madrid!”
Con todo el sábado por delante cada uno dedicó la mañana a la familia que le había acogido, estas tenían programadas distintos planes que hicieron aún más difícil el momento de la despedida. A las 6 debíamos de estar en el aeropuerto y así fue, lo que se hizo eterno fue separarse; nuestros chicos y sus familias se resistían a decirse adiós, prueba inequívoca de los mutuos sentimientos por todo lo compartido.
El viaje fue, largo, muy largo; tardamos bastante en salir, después en París tuvimos que hacer trasbordo desde el aeropuerto de Orli al Charles de Gaul (con las consiguientes esperas). Después a Madrid, donde algunas maletas llegaron maltrechas y tuvimos que pasar por la zona de reclamación. Finalmente el autobús (donde el chicharachero conductor Juan no paró de hablar), para acabar en Mérida a las 9:00 de la noche. Más de 24 horas de vuelo en el que cada uno tuvo tiempo de dormir, escuchar música, ver pelis, y quien sabe si de reflexionar en la sublime aventura de la que durante una semana ha sido protagonista.
Algunas horas después ya sonreíamos en Madrid
Finaliza aquí “nuestro diario de
a bordo”, quiero agradecer a todos los que contribuyeron a que hayan sido 9
días inolvidables: alumnos (reunionis y españoles), familias reunionis de
acogida, profesores reunionis (en especial Dominique, Jean, Johann, Añe,
Gerard, y madame Gurierrez), al instituto “Lyceé Meona Hinterman Affëjee” y a
todos sus trabajadores (dirección, responsables de comedor, etc), a nuestro
instituto “Sáenz de Buruaga” que con sus múltiples proyectos Erasmus nos ha
brindado la oportunidad de participar en este, a Iñaki por tenerlo todo tan
organizado que estar tan lejos nunca fue tan fácil y a Mayte (profe de Biología
y mi acompañante), que en todo momento supo estar en su sitio, cuidando los
detalles y pendiente de sus alumnos, y sobretodo soportando a este que les ha
contado, Eduardo, quien micrófono en mano en todo momento traté de recoger
nuestras voces para hacéroslas llegar.
Á bientôt! (¡hasta luego!)